Recuerden que mañana, para el encuentro a partir de las ocho en meet.google.com/uih-vsij-pkz se incorpora la lectura del capítulo III de la novela El almacén de las palabras terribles.
Hoy continuaremos trabajando sobre la ciencia ficción.
Elementos y temas de la ciencia ficción
A pesar de ser un género unitario, cada historia trata de uno o varios temas. Entre otros, estos:
• Diacronías: futuros o alternativas en el tiempo, que se centran en cómo se ha desarrollado la sociedad y/o la ciencia. Un abismo en el cielo (1998), de Vernon Vinge.
• Utopías y distopías: obras en la que se presenta una sociedad futura mejor y obras que hablan de una sociedad futura peor, respectivamente. En ambos casos la sociología, la filosofía y, a veces, la política, toman protagonismo en la novela junto a otros elementos característicos del género como los avances científicos y tecnológicos. Un mundo feliz (1932), de Aldous Huxley, y 1984 (1949), de George Orwell.
• Contacto con extraterrestres y sus consecuencias.
La Guerra de los Mundos (1898), de H. G. Wells.
• Policiaco.
Los príncipes demonio (1988), de Jack Vance.
• Robots y Androides.
Yo, Robot (1950), de Isaac Asimov.
• Ópera espacial (Space opera): historias acerca de aventuras románticas, viajes espaciales y, sobre todo, batallas espaciales.
Serie Miles Vorkosigan (1986), de Lois McMaster Bujold.
• Cyberpunk: mezcla ciencia avanzada, como las tecnologías de la información y la cibernética, con algún cambio radical en el orden social.
Dune (1965), de Frank Herbert.
• Ucronía: especula sobre mundos alternativos en los que los hechos históricos se han desarrollado de forma distinta de como los conocemos.
El hombre en el castillo (1962), de Philip K. Dick.
Entre los elementos más comunes de la ciencia-ficción encontramos la clonación y la mutación genética; la vida extraterrestre junto con la exploración y colonización espacial; una red artificial que conecta y controla a todo el mundo; robots inteligentes que buscan someter al hombre; los viajes en el tiempo; un futuro apocalíptico o, por el contrario, un futuro utópico; el mundo y los hombres controlados por los ordenadores, etc.
Las leyes de la Robótica de Isaac Asimov
Como ya señaláramos, Isaac Asimov es uno de los más reconocidos escritores de ciencia ficción. En su libro, Yo robot, reúne una serie de historias en las que se cuestiona la relación entre los robots y los seres humanos. Esas leyes de la robótica son:
1. Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la 1era. ley.
3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o la segunda ley.
• Diacronías: futuros o alternativas en el tiempo, que se centran en cómo se ha desarrollado la sociedad y/o la ciencia. Un abismo en el cielo (1998), de Vernon Vinge.
• Utopías y distopías: obras en la que se presenta una sociedad futura mejor y obras que hablan de una sociedad futura peor, respectivamente. En ambos casos la sociología, la filosofía y, a veces, la política, toman protagonismo en la novela junto a otros elementos característicos del género como los avances científicos y tecnológicos. Un mundo feliz (1932), de Aldous Huxley, y 1984 (1949), de George Orwell.
• Contacto con extraterrestres y sus consecuencias.
La Guerra de los Mundos (1898), de H. G. Wells.
• Policiaco.
Los príncipes demonio (1988), de Jack Vance.
• Robots y Androides.
Yo, Robot (1950), de Isaac Asimov.
• Ópera espacial (Space opera): historias acerca de aventuras románticas, viajes espaciales y, sobre todo, batallas espaciales.
Serie Miles Vorkosigan (1986), de Lois McMaster Bujold.
• Cyberpunk: mezcla ciencia avanzada, como las tecnologías de la información y la cibernética, con algún cambio radical en el orden social.
Dune (1965), de Frank Herbert.
• Ucronía: especula sobre mundos alternativos en los que los hechos históricos se han desarrollado de forma distinta de como los conocemos.
El hombre en el castillo (1962), de Philip K. Dick.
Entre los elementos más comunes de la ciencia-ficción encontramos la clonación y la mutación genética; la vida extraterrestre junto con la exploración y colonización espacial; una red artificial que conecta y controla a todo el mundo; robots inteligentes que buscan someter al hombre; los viajes en el tiempo; un futuro apocalíptico o, por el contrario, un futuro utópico; el mundo y los hombres controlados por los ordenadores, etc.
Las leyes de la Robótica de Isaac Asimov
Como ya señaláramos, Isaac Asimov es uno de los más reconocidos escritores de ciencia ficción. En su libro, Yo robot, reúne una serie de historias en las que se cuestiona la relación entre los robots y los seres humanos. Esas leyes de la robótica son:
1. Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la 1era. ley.
3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o la segunda ley.
Lectura en voz alta:
2001: una odisea espacial (fragmento [...]),
de Arthur Charles Clarke: (Minehead, Inglaterra; 16 de diciembre de 1917 - Colombo, Sri Lanka; 19 de marzo de 2008), más conocido como Arthur C. Clarke, fue un escritor y científico británico. Autor de obras de divulgación científica y de ciencia ficción.
Comenzó a escribir ciencia ficción al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Su primer cuento publicado fue "Partida de rescate", que apareció en el número de mayo de 1946 de la revista Astounding y que le sirvió como punto de partida de una fructífera carrera.
Entre sus primeros relatos destaca El centinela (The Sentinel), que sirvió de base para su novela 2001: Una odisea espacial (1968) y para la película del mismo nombre del director Stanley Kubrick.
Se pueden diferenciar claramente tres etapas en su producción:
Las novelas utópico/humanistas de los años 1950, principalmente El fin de la infancia, La ciudad y las estrellas y la propia 2001: Una odisea espacial.
La rigurosidad científica de los años 1970, por la que será incluido entre los autores de ciencia ficción dura, con obras como Cita con Rama y sobre todo Las fuentes del paraíso.
Una última etapa a finales de los años 1980 y 1990, donde Clarke comparte la coautoría de sus principales títulos, cerrando grandes sagas (RAMA y 2001), y viéndose un perfil claramente político/social como en Factor detonante o Sismo grado 10, sin perder el carácter de obra de ciencia ficción.